terça-feira, 5 de fevereiro de 2013

Por fin, treino embora do Rio

Después de muchos meses, más de 5, finalmente fizemos el primer treino fora do Rio de Janeiro. Mesa Do Imperador y Barra se consideran todavía dentro del limite de la ciudad, lo único que el Parque Nacional de Tijuca, pues eso, queda dentro de la ciudad.
Assim que a las 6 am de la mañana ficamos dispuestos para ir a entrenar al Vale das Videiras. Pues bien. Salimos de Rio rumbo Petrópolis, una ciudad que se halla a unos 800 m de altitud. Obvio, hubo que subir desde los 0 m hasta los 800 m de Petrópolis por una ruta enrevesada de multitud de curvas. Una subida suave superchula para la bici de carretera si no fuera por la cantidad de camiones y coches que suben y por la falta de acostamento (arcén). Qué le vamos a hacer!!. Luego pegamos una carreterilla estrecha debajo de un macizo montañoso imponente y otra vez para arriba. De nuevo, advertencia de los locales, estrada muito perigosa. Pues nada, a esquecer-lha. Después de casi dos horas de viaje llegamos a Vale das Videiras. El día nublado pero la temperatura super-agradable, 24°.
El medio de transporte

Empezamos a pedalar los cuatro valientes, Duda, Luis, Omar y yo mismo. Terreno rompepiernas, subiditas cortas y empinadas, terreno de la Toscana carioca. Mata atlántica, bosque selvático y después de unos 15 kilómetros nos espera unos valles completamente verdes donde fican un montón de vacas pastando. Pero vacas diferentes, con màs joroba, y las orejas como las ovejas, hacia fuera y no hacia arriba. Curiosas estas vacas.

Primeros kilometros
La Toscana carioca
Bajada rapidísima, más sube y baja y llegada a Paty de Alferes. Veinticuatro kms por una ruta con el asfalto perfecto, y parácticamente sin coches. Eso sí, debido a las fuertes chuvas, muchos desprendimientos de tierra. 
La tradicional paradinha de rigor
 A la vuelta tenemos el coco, la pared de Paty (se lee pachí), solamente dos kms pero con una media del 10% y puntas del 16%.
Imagen àerea de Google de la pared de Paty

Aquí, el cortado señala la última curva, donde se corona la pared
Y viene el amigo Luis, que me dió batalla un día subiendo a Mesa Do Imperador, y la semana pasada en la llanura de Barra. Vamos, que ya le tenìa fichado y además estaba con pocas ganas de guerrear, como casi  siempre. Comenzamos tranquilos, la idea es subir al tran-tran. Empiezo con Duda, pero después de la caída  lleva poco tiempo saliendo y se queda pero....el tal Luis ya está a mi lado, cambia de desarrollo y se va. Me va a tocar sufrir y no me hace mucha gracia. El caso es que no se aleja demasiado, y en la siguiente curva de herradura flojea. Le alcanzo, sigue flojeando, y decido que es mejor que se quede definitivo. Bajo de 26 a 23, doy un arreón y me quedo sozinho y tranquilo hasta arriba.

Panoràmica de la subida en el último km

El último esfuerzo. A la dcha se corona
Llegamos a Vale das Videiras, 2h y 48 kms. Qué hacemos, otra vuelta ?. Y otra vuelta que damos con la susodicha pared. Y otra vez la pared. Esta vez voy a poder subir tranquilo, no hay batalla y subo a mi bola. El tiempo que tardo ?. Solo 2 seg más que la primera vez. A eso se le llama regularidad.


La subidita en cuestiòn, bonita, no?
Vuelta desde Paty de Alferes a Vale das Videiras. Las fuerzas ya comienzan a escasear pero afortunadamente llegamos sin muchas penas. Esta vez fueron 1h50m. La tìpica cervecita y de vuelta para casa. Se nos ha ido un poco el tiempo, son las 13:30. Yo pensaba llegar a las 14:00 a casa. 
Total que nos preparamos para volver y en vez de pegar a estrada cogemos un caminiño durante media hora. Donde cojones iremos ?. La respuesta, a recoger un perro de Duda, un schnauzer. A deshacer el camino andado y luego, allà para las 15:00 de la tarde y a 100 kms de Rio, a comer, la tìpica feijoada. 
Y ainda ficaban dos horas de viaje. Resultado final, en casa a las 18:30, y eso que tuve suerte porque habìa un bloco en Ipanema que por poco no me deja pasar. Què que es un bloco ?. Pues como 5000 personas juntas bailando y bebiendo que toman las determinadas calles, eso sí con la venia de la autoridad, en un descontrol absoluto y que dura unas cuatro horas. El acabose vaya, como San Juan la vispera.
Asì que 100 kms, 4 h de pedaleo, 1500 m de desnivel, 12h y media fuera de casa y una experiencia diferente. Repetiremos, pero màs cerquita